Están cambiando sus mentes y revalorizando la experiencia
Las redes de contacto de este grupo son mayores que las de otros.
Según los últimos datos registrados por el Servicio Público de Empleo en agosto de este año, en España había 1.789.904 demandantes de empleo mayores de 45 años desempleados. Esta cifra representa una disminución del 4,79% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Juan San Andrés, experto en productividad y factor humano, explica que "este declive muestra cómo las empresas están cambiando su mentalidad a la hora de contratar y revalorizar la experiencia de un grupo de trabajadores que aportan una alta motivación y un fuerte compromiso con la empresa mientras realizan su trabajo con mayor autonomía".
Aunque las jubilaciones anticipadas y la subasta electrónica inversa fueron las principales herramientas para ajustar al personal durante la crisis, ahora parece que existe un renovado interés en las cualidades y aptitudes específicas de la fuerza de trabajo de mayor antigüedad. ¿Cuáles son las principales razones por las que las empresas valoran la contratación, tanto en términos de personal como de mandos intermedios?
Más experiencia. La posibilidad de contar con profesionales experimentados en el personal permite a los gerentes ahorrar parte del tiempo que dedicarían a la supervisión. De hecho, la relación costo/rendimiento es excelente para las empresas que pueden obtener buenos resultados desde el primer día porque los trabajadores tienen una curva de aprendizaje muy rápida procedente de otras empresas donde ya han sido formados.
Salarios adaptados al mercado actual. Una de las motivaciones más importantes para las empresas es que los salarios de los directivos se han reducido entre un 25% y un 40%. Además, existen nuevos marcos legislativos para la contratación que favorecen la inserción de este grupo. San Andrés cree que "hay empresas que han sido capaces de encontrar empleados valiosos y altos directivos donde otros sólo vieron costos amortizables".
Redes de contacto y conocimiento. En un mundo interconectado, las empresas valoran cada vez más las redes de contactos que, en el caso de este grupo, tienden a ser más elevadas y jerárquicas que las de otros tipos de trabajadores. Años de experiencia en el desempeño de su trabajo los llevan a un amplio conocimiento de la competencia, proveedores y clientes. El reto para las empresas es hacer un buen uso de esos conocimientos sin prejuicios.
Menos rotación. Los trabajadores mayores de 45 años son más realistas en sus expectativas de futuro y, por lo tanto, tienen un mayor nivel de compromiso. Cuando estos profesionales consiguen trasladarse, valoran mucho su nueva posición y por lo tanto su rotación es menor que en otros colectivos.
Mayor motivación. Las empresas son cada vez más selectivas en materia de jubilación anticipada. El talento genuino es una mercancía escasa y tener 51 años, por ejemplo, no es una buena razón para renunciar a él. Es importante señalar que este grupo está "igual o más motivado que otros porque pueden tener necesidades financieras importantes para que sepan valorar tener una nueva oportunidad y esto los lleva a estar más involucrados en el logro de buenos objetivos tanto para ellos como para la empresa", dice San Andrés.
Cada vez más, los trabajadores senior vuelven a ser vistos como un activo de la fuerza laboral gracias al conocimiento y experiencia que adquieren, lo que les lleva a convertirse en "agentes del conocimiento" para el resto de la plantilla.
En los Estados Unidos, se cree que los babyboomers, los nacidos entre 1945 y 1964, no se jubilarán automáticamente a la edad de 65 años, sino que permanecerán en trabajo activo a tiempo parcial o de temporada. "Y algo similar podría ocurrir en España, donde las empresas ven más claramente los beneficios de tener empleados senior", dice Juan San Andrés.
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